Aquella
madrugada era una noche de verano de luna llena, muy luminosa y brillante, el
hermano Miyagi estaba en su celda
haciendo Reiki. Estaba en un estado muy profundo de meditación y paz interior, reiki
es una técnica energética que le habían enseñado en su Japón natal, su gran
maestro Matsumune y que estaba transmitiendo y enseñando a sus hermanos del
monasterio.
Se concentraba en su respiración, sumergido en un estado de tranquilidad y
sosiego maravilloso, que fue rotó de una manera inesperada y brusca, como un
cubo de agua fría. Sintió algo delante de él, abrió los ojos, vio ocho luces, ocho
luminarias, ocho pequeñas lucecitas en forma de velitas de colores. Miyagi no
se asustó, guardo la calma y cerró los ojos entrando en un profundo sueño reparador.
A esa noche la siguieron otras noches,
donde las luminarias eran acompañantes fieles de Miyagi en sus madrugas de
Reiki.
Continuara...
Continuara...
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