Su última visita antes de embarcar hacía Francia
es a la iglesia de Charles Church. Construida en 1.657, hoy en ruinas a causa
de los bombardeos que sufrió en la noche del 22 de marzo de 1.941 por la
aviación del tercer Reich.
Murieron más de 1000 civiles y estás ruinas son un
homenaje a las victimas inocentes de aquella noche.
Rob hace una ofrenda forma de oración.
La noche era oscura y fría, varias sombras en
forma de monjes negros se cruzaron a la tímida luz de una vela en el claustro
de los reyes.
--¿Os ha visto alguien hermano Gui? –pregunto Melchor
mirando a ambos lados del claustro.
--No…
--¿Lo tienes?
-- Aquí lo traigo –mostro las cartas.
--¡Quieto! Ocúltalas…
--¿Qué vamos a hacer? Septimus está preguntado a
todos por el Tarot y somos los principales sospechosos… --Gui estaba muy
asustado, balbuceaba y sollozaba, mientras guardaba las cartas debajo del
hábito.
--Mañana, a la hora prima, pediré audiencia con el
Abad y le entregaremos el Tarot y acabaremos con está intriga. –dijo Melchor
con decisión.
--Pero… hermano Melchor. ¿Crees que es lo mejor?
Nos castigarán por haberlas ocultado todos estos años y haber mentido…
-- ¡Es cierto! –se quedo pensativo. --¡Ya está! –sus
ojos delataron una idea.
--¡Dime! –Gui estaba expectante.
-- Guarda el Tarot. Mañana iremos a las ruinas y
las dejaremos donde las encontramos y jamás nadie sabrá nada.
--¡Buenas noches hermanos! –una voz socarrona rompió
el susurro de Melchor.--¿Qué hacéis aquí hermano Tete? –pregunto enfadado
Mechor.
-- ¡Se lo que tramáis, he escuchado todo! –su mueca mezcla de un niño travieso y un demente.
Gui y Melchor se miraron sin saber que decir…
Otra leyenda dice que debajo de sus ruinas en
algún lugar están las tumbas del rey Arturo y la reina Ginebra. Ambas leyendas
no tienen fundamento histórico.
Los restos actuales son de una Abadía fundada en 1.191. Siendo disuelta y entrando en ruinas en el año 1.539.
Unas ruinas llenas de leyendas de caballeros en busca del santo Grial…
Hoy Rob soñara envuelto en una cota de malla y a
golpes de espada para encontrar el cáliz de Cristo.
Durante varios días, Fray Septimus en compañía del hermano Miyagi fue hablando con todos y cada uno de los monjes que vivían en la Abadía.
Decidió que el mejor momento era al anochecer en el claustro de los reyes, un lugar tranquilo… al finalizar el último día Septimus compartió sus sospechas con el hermano oriental, mientras daban un paseo…
--¿Creéis que el tarot está en la Abadía?
--Querido Miyagi, Todos los hermanos están
nerviosos y todos ocultan algo. No se puede ocultar algo que no existe. –exclamo
Septimus,
-- ¿Quién creéis que es?
-- Sabemos que desde el 2.012 nadie ha vuelto por
las ruinas… y sabemos quiénes fueron los últimos
--El hermano Gui y el hermano Melchor, está claro.
Lo han dicho abiertamente.
---… Y coinciden en su versión. La pregunta es… ¿encontraron
algo entre las piedras caídas? –miro pensativo
a Miyagu—Mañana daré un paseo por el monasterio de San Juda´´
-- Pero mi querido
Septimus… es un lugar maldito…
-- Déjame decidir que tipo de lugar es que tanto miedo y desasosiego despierta…-- alguien les observaba, un hermano estaba intranquilo…
En 1.536 por orden de Enrique VIII, la Abadía fue saqueada
y abandonada, fue el 3 de septiembre donde su último Abada el padre Richard Winche
entrego todas las reliquias a los delegados del rey. Ese mismo mes se desmonto
el tejado de la Abadía por el segundo conde de Worcester, para rehabilitar su
castillo dejando al monasterio en ruinas.
A partir de 1.901 se restauro parte de las ruinas,
sembrando césped y dando el aspecto que tiene actualmente.
la Abadía de Tintern, produce paz y sosiego al
visitante y Rob esta ensimismado entre sus arcos y piedras…
El
hermano Alabans era ajeno a la profecía que escribió el hermano Septimus en el
libro de
´Los
monjes¨
Aquel
día, el nuevo monje número 13 ya tenía nombre.
Esa
noche ningún monje durmió tranquilo… ¿moriría algún hermano en las próximas
horas?
--¡ La muerte ronda en esta Abadía! --susurró un monje en mitad de la noche.
Al amanecer los cantos de los monjes rompían las
ráfagas de viento que azotaban el exterior de los muros con fuerza.
Entre la luz de las velas y la niebla provocada
por el humo del incienso. Miradas se cruzaban entre los monjes, gestos con la cabeza…
un ambiente de intriga y desasosiego invadían tan sagrada estancia.
Miyagui se colocó al lado de Septimus, con un
gesto afectivo, un gesto amable entre tanta sospecha.
El hermano Guy y Melchor se miraron entre ellos y
con un ademán se cruzaron con los ojos avispados de Septimus que ignoro con
solemnidad tal seña.
El Abad oficiaba la misa, todas las miradas de los
monjes se dirigieron a él, como los hijos a un padre en busca de consuelo, algo
de paz llego en tan oscuro instante, algo hacia vislumbrar que pronto las
sospechas y misterios se iban a materializar en actos terribles.
Miles de años contemplo a través de estas piedras mágicas y misteriosas que conocemos como., Stonehenge.
Estoy, tal
vez en uno de los lugares más místicos del Mundo… y aquí y ahora recuerdo a mis
amigos y hermanos los fraymonjes.
Siento mil y una sensaciones entre estas piedras
inmensas, en tamaño y en misterios. Una energía renovada me hace seguir mi
camino...
