Tras más de un año, vuelvo al camino, llegando al Monasterio Cisterciense Fundado en 1.115, por San
Bernardo de Claraval. Tras la revolución francesa se transformo en una prisión
a partir de 1.808.
A partir de 1.815 vendió parte del monasterio como cantera,
expoliando las piedras de sus muros para la construcción.